jueves, 13 de mayo de 2010

Moal siempre será Moal


Moal siempre será Moal es el título de una carta que hace escasas fechas salió publicada en los periódicos El Comercio y La Nueva España, al menos en la edición digital, remitida por Ana Alvarez y en la que mostraba su rechazo al cambio de  denominación del pueblo. La carta en cuestión dice lo que seguidamente paso a transcribir:
Mozos Moaleses a comienzos de los 60
Los vecinos del pueblo de Moal estamos muy indignados con estos políticos que están cambiando el nombre de nuestro pueblo, Moal por Mual. Hay mapas de información turística que ya viene Mual. Algunos vecinos tenemos escrituras del siglo XVIII y ya constaba Moal. Desde entonces, hemos pasado por monarquías, dos repúblicas, una dictadura y la democracia con monarquía parlamentaría. Los actuales políticos parecen interesados en cambiar el nombre del pueblo que lleva siglos. ¿Señores lectores, en qué gastan los políticos nuestro dinero? Se podrían dedicar a crear empleo, a fomentar el turismo en la zona, a trabajar para modificar las infraestructuras o por el bien común. O arrimar el hombro porque tenemos la térmica de Soto de la Barca parada, el carbón de las minas amontonado sin vender y los mineros muy preocupados por el futuro. Al pueblo no llegó ninguna carta o notificación dirigida a la junta vecinal de Moal, ni por parte del Ayuntamiento, ni de la Consejería de Cultura. ¿Hay derecho a qué nos cambien el nombre sin consultarnos? Pues nosotros creemos que no tienen ningún derecho a hacerlo a espaldas de los interesados.
Los vecinos de Moal queremos manifestar nuestro malestar y lucharemos porque nuestro pueblo siga llamándose Moal.


Recientemente hablé por teléfono con Ana, la autora de la carta, y le decía que si bien toda la fuerza que se pudiera hacer era importante, para lograr que el cambio no se llevara a efecto, el método más lógico y que tiene  más probabilidades de éxito es el que Manolín del Xastre nos dejó en la entrada  Moal: cómo se hizo y qué se puede hacer,  que de modo esquemático consiste esencialmente en lo siguiente:

1º.- Reunirse la Junta Vecinal de Moal para nombrar una comisión encargada de iniciar  los trámites y las gestiones pertinentes.
2º.- Mantener una entrevista con Mónica, responsable del Servicio de Normalización Lingüística del ayuntamiento de Cangas, para que aporte el expediente del cambio de nombre y al mismo tiempo aclarar conceptos y desfacer posibles entuertos.
3º.- Manifestar al ayuntamiento la postura contraria del pueblo al cambio de denominación y las medidas que se piensan adoptar.
4º.- Hacer un escrito reclamando la revisión del nombre, basándose en la falta de información y en la imposición de un nombre que los vecinos no quieren.
5º.- Firmar el escrito todos los miembros que componen la Junta Vecinal, para su remisión a la Consejería de Cultura y Turismo del Principado (Dirección General de Política Lingüística), así como al ayuntamiento de Cangas para su conocimiento. Los escritos deben presentarse en un registro oficial, con copia para que quede constancia de su entrega, o bien remitirlos por correo certificado.
6º.- Esperar la contestación de la Consejería y actuar en consecuencia a la respuesta recibida.

Bajo mi modesto punto de vista, estos son los pasos que se deben dar para conseguir una revisión del expediente. La respuesta de la Consejería puede ser afirmativa o negativa, pero en cualquier caso debe estar basada y fundamentada. En el caso de que la respuesta  tome en consideración la petición vecinal, se cerraría el expediente sin más trámites; en cambio, si la respuesta es negativa la Junta Vecinal deberá adoptar las medidas pertinentes teniendo en cuenta la resolución que dictaminó la Consejería.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

El simple hecho de que nuestros gobernantes locales dediquen su tiempo a pretender cambiar grafías que llevan usándose más de 200 años indica de forma notoria su capacidad gestora, especialmente en una situación económica dramática.Entemos, no obstnte, al juego y supongamos que la intención es noble (ya es suponer).Si lo que se pretende es adecuar el nombre a como era en el pasado no parece muy lógico dado que hay referencias escritas a que hace más de 200 años ya era Moal. Si lo que se busca es adecuarlo a la forma en la que se pronuncia,hemos de convenir que en la interpretación más favorable a su causa (que se parece más a "U" que a "O")tal hecho no justifica que se cambie la grafía histórica dado que una misma letra puede tener distintas realizaciones fonéticas. Si, como parece más razonable, fuera una mezcla de los dos sonidos, ¿por qué ha de usarse la "u" y no la "O" como aglutinadora de los rasgos fonéticos comunes?.
Es licito usar el lenguaje para crear un sentimiento nacionalista y a partir de ahí todo lo que sigue. Los catalanes y vascos son maestros en ello. Pero, admitamoslo abiertamente y no demos razones falsas para cambiar lo que lleva siglos siendo de una forma.
Lo que sugieres, Jose, es sensato pero admitirás que supone trámites y trámites burocráticos y el huir de ellos es una de las razones por las que uno vive en un pueblo.Pretender que los vecinos se enreden en todos esos trámites creo que es empeño vano sobre todo porque es un problema que ellos no causan.
Casi todos los letreros indicadores en las carreteras que salen de Cangas y durante varios kilómetros aparecen engalanados con la bandera de la república (despues de casi 100 años seguimos igual) y lo más curioso es que quienes lo hacen son los mismos, o afines ideológicamente, que quieren cambiar el nombre de nuestro pueblo. Si lo consiguen no creo que les importe que para defenderlo usemos la técnica que ellos nos enseñaron. Estoy seguro que su tolerancia les llevara a respetarlo.

Jose de Mingo dijo...

Coincido con la mayoría de las cuestiones que plantea el comentario que hace anónimo, pero quiero hacer una observación.
En principio todos podemos elegir libremente nuestro lugar de residencia, aunque muchos, bien sea por cuestiones laborales, familiares o de cualquier otra índole, no estemos donde quisiéramos. Los vecinos de Moal no son una excepción y por lo tanto no han decidido vivir en Moal por huir de los trámites administrativos, sino porque han nacido en el pueblo, se han casado allí o les gusta. Además, los trámites burocráticos no son tampoco ajenos a las personas que viven en el medio rural, pues siempre hay temas pendientes o que surgen con las distintas administraciones, como puede ser con hacienda, seguridad social, solicitud de ayudas para la ganadería o retejar un hórreo, renovación del D.N.I , etc. Por lo tanto, en la actual sociedad la burocracia no es sólo inherente al urbanita.
Es cierto, como bien apuntas, que los vecinos no han sido los causantes de esta situación, pero también es cierto, que una vez planteado el problema deben ser éllos quienes pongan los medios para solucionarlo, porque la administración no lo va a hacer y los que estamos lejos lo tenemos bastante más complicado.
Dicho lo anterior, pienso que los vecinos que residen habitualmente en Moal pueden llevar a cabo las iniciativas que planteo, pues tengo la completa seguridad de que tienen capacidad, sensatez, saber hacer y nivel educativo suficiente para llevarlas a efecto; otra cosa es que no puedan por sus obligaciones y sobre todo que no quieran, pero en este caso sería por desidia no por estudios.

luisa dijo...

No, si al final lo de la Torre de Babel...

Una entrada muy, muy interesante, también los comentarios y sus remisiones,

Habrá que estar alerta, por lo que pudiera ocurrir en concejos vecinos.

Un saludo.
Buen fide.

Anónimo dijo...

Parece que nadie quiere hacer una reclamacion.Ana podias decir a tu cuñado que es el presidente de la Asociacion que se animara y la hicira, seguro que la firmarian todos los vecinos. Saludos MªC de Mingo

Milio'i Sebastián dijo...

Todos estos procedimientos tienen además otro valor añadido: intentar profundizar en los valores de la participación democrática. La democracia no debería ser solo acudir a votar, sino participar en las decisiones. Luego les tocará a los responsables políticos entender eso mismo: que ellos solo están ahí para representar al pueblo, no para suplantarlo, por lo que parece razonable que acepten la petición.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Milio'i Sebastian, la democracia hay que utilizarla y servirse de alla, aun que no sea mas que para que sepan que seguimos existiedo despues de las elecciones.MªC de Mingo

Casía dijo...

que fiebre les entró ahora por querer cambiar los nombres delos pueblos, calles, lugares, que no, que siempre estará presente como se llaman desde siempre,y como los conocemos.

Anónimo dijo...

Mary Carmen tenemos hecho un borredor del escrito, intentaremos preparralo todos para lo semana que viene,de pasar por las casas a que firmen me encargo yo.Ana Mateo

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