lunes, 27 de abril de 2009

Nombres propios ( I )

Nombre propios es como he bautizado este post, que estará dividido para no hecerlo muy largo, en el que trato de descubrir de dónde vienen y porqué llamamos de una determinada manera los lugares que tenemos a nuestro alrededor. Lugares que siempre oímos llamar de la misma manera, pero que nunca nos hemos parado a pensar qué significan y de donde procede su nombre.

Tomando como base el libro de Julio Concepción Suarez, gran amante e investigador de la cultura asturiana y Lenense de pro, doctor en filología por la Universidad de Oviedo, que lleva por título "Diccionario Toponímico de la Montaña Asturiana", he buscado los nombres de los parajes que nos son familiares, pero que en muchos casos también son universales, para tratar de descifrarlos.


Moal durante la última nevada

Comenta Julio en su libro, a modo de introducción, que al comparar las toponimias de distintas regiones del mundo: asturiana, gallega, castellana, riojana, vasca, bretona, rusa,....etc., hay multitud de palabras con un mismo origen, tal vez transmitidas por una misma cultura primitiva, y como ejemplo nos cita a L´arna, pueblo del concejo de Cangas del Narcea, del que ya hablé de su magnífica página Web, junto con Arniciu (Caso), Arniecha (Lena), Arno (Italia), o Arnón (Palestina)...., con esto quiere decir que muchos de nuestros nombres se repiten en cantidad de lugares de la geografía asturiana y allende nuestras fronteras, y que esa repetición es debida a que tienen el mismo significado o muy parecido.

La serie de nombres de Moal que incluyo en la lista, y que por lo general se repiten en toda la comarca suroccidental, están puestos alfabéticamente para una mejor búsqueda. Ni que decir tiene que reflejo una pequeña muestra, de carácter local, de un libro repleto de datos geográficos, técnicos y gramaticales, que lo hacen imprescindible para su consulta.


ABEIZUNA-BEIZUNA.- Es una voz derivada del latín bovem (buey), a la que se le han añadido los sufijos derivativos -itia, -una, que significan "en posesión de", "con tendencia a ". Por lo tanto, se trata de una tierra reservada a pasto de los bueyes.
En asturiano, una bueizuna es un terreno comunal reservado para alimentar a las parejas de bueyes que tenían que trabajar todo el día y comer durante la noche. Los pastos debían ser buenos y estar cerca de casa para no perder el tiempo en llevar y traer los animales al monte.


Vacas pastando en Moal

La Beizuna es una braña situada en Muniellos, que probablemente la usaban para que pastaran los bueyes que acarreaban la madera dentro del bosque, así como los pueblos de Alguerdo y Omente, en el concejo de Ibias, y probablemente los de La Viliel.la y L.larón en el de Cangas.

ARVECHALES.- En asturiano "arveyos, arveichos", son guisantes. Por otro lado "arveichaca" es la algarroba: un tipo de leguminosas como guisantes silvestres, pequeños y duros, usados para el ganado.
Arvechales es una finca situada encima de Espina, a la que actualmente se accede por la pista que va de Oballo al Centro de Interpretación de Muniellos.


Pradera de Arvechales

Antiguamente, los de Moal llamaban "arbeyos" a los naturales del pueblo de Oballo.

AZORERAS.- El azor, en el léxico medieval "azetor, se criaba en las atzoreras de las cetrerías para su venta.
Los lugares boscosos son los preferidos por estas aves y en donde se suelen observan asiduamente.
Las azoreras es un paraje situado enfrente de Panzaleichas, en la pista que va desde Moal a Tablizas y en donde es frecuente divisar azores volando por sus aledaños.


Las Azoreras

BARCENA/BARZANA.- Ambas palabras, al igual que Barcelona, tienen la misma etimología.
La palabra Bercena/Barzana tiene dudosa procedencia según los estudiosos, aunque una mayoría considera que tal vez derive de la raíz prerromana bar (vega, agua), que dio bar-ka >barga......, por referencia a lugares fértiles con agua. La misma procedencia la podría tener la ciudad y provincia de Barcelona.
La Barcena es un pequeño paraje situado entre la Campa y el camino que tira para Bustiecho.

BARRERA.- En asturiano el campo léxico barro, barrizal, barrera.......hace referencia a lugares con barro, caminos húmedos, tierras arcillosas, recias para los paisanos porque resultaban pegajosas para el arado cuando se labraba el campo.
En los documentos medievales aparecen términos del tipo barrial, suprimiendo la palabra terra para referirse a este tipo de tierras.
La Barrera es el sitio ubicado debajo del Chano del Paramio.

BEICIECHA (La).- No está clara la voz. Suelen ser parajes ubicados sobre cauces de ríos, vaguadas y que por lo general son poco solanos, más bien "aveseos".
La Beiciecha es la zona de Moal situada a ambos lados del "regueiro" del mismo nombre y que tiene su punto central en el lugar donde se toma la carretera que va a Oballo.


Vista del Cascarín y La Beiciecha

BOBIA.- En la mayoría de los casos vendría del latín bovem "buey", para referirse al ganado bovino en general. El topónimo adopta la forma bovias: tierras adecuadas para los bueyes de trabajo, para el ganado de cría y recría y para los bóvidos en general. Pero también puede tratarse de lugares empozados.
En Muniellos están la Bobia de Teleyerba, lindante con Omente en Ibias y la Bobia de Riosecu que hace de cordal divisorio con el monte del Corralín (Degaña).

BRAÑUETAS.- Una braña es el pasto alto para el ganado en el verano. Había varios tipos de brañas en razón a la distancia que había al poblado.
Los paisanos de los pueblos fueron añadiéndole morfemas a la palabra braña para definirla como: buena, pequeña, alta, mala, grande, etc.
Las Brañuetas es una pequeña braña, un sitio de pastos pero de reducido tamaño, situada en el camino que va de Moal a la braña del pueblo.


Las Brañuetas

BUSTIECHO.- La palabra bustiecho parece derivar de bustio (pastizal), referido a las quemas del terreno con la finalidad de formar fincas y pastizales.
Bustiecho es hoy un lugar poblado de castaños, situado encima del cortinal de Veiconde, por lo que no sería de extrañar que en épocas pasadas fuese un lugar cultivado.


Bustiecho

CALEICHO.- Caleichu, caleyu, calechu es en asturiano un camino estrecho y más irregular que la caleya, caleicha o calechon.
La voz deriva del diminutivo latino calliculam, a partir de la palabra callis: "senda, sendero, vereda", aplicado a los lugares de paso.
Moal dispone de los Calechones o Carreiros, que son pequeñas sendas que desde el pueblo suben a la carretera que asciende hacia el puerto del Connio.


Carreiro del Fuexu

Caleicho es una pradería situada entre la pista de Moal a Tablizas y la carretera de Ibias. Por Caleicho, los vecinos de Obal.lo y la Veiga´l Tal.lo tendrían el camino más corto para llegar a Tablizas.

jueves, 23 de abril de 2009

¿De quién se trata?

El siglo XIX y el primer tercio del XX, muchas personas del mundo rural asturiano abandonaron sus pueblos y buscaron mejorar su medio de vida en un nuevo continente: América. Los destinos que eligieron los emigrantes asturianos varíaban en función de su origen, siendo Méjico el país preferido por los nativos del oriente asturiano, mientras los originarios del occidente astur optaron en su mayor parte por Argentina y en menor medida Cuba.

El suroccidente asturiano no se apartó de esa corriente migratoria, que fue mucho mayor en la costa asturiana, como queda reflejado en la gran cantidad de casas de indianos, que podemos contemplar y admirar en sus pueblos. Moal tampoco se apartó de la emigración y fueron numerosos los vecinos que hicieron las maletas para ganarse la vida en aquéllas tierras. La mayoría de las veces se integraron en el país que los acogió, quedándose allá para siempre; aunque también hubo gente que después de un tiempo regresó a su pueblo natal, como es el caso de José de Casín a quién en su día Ramón Sanchez Ocaña le hizo un reportaje en el periódico La Nueva España.

A la emigración a tierras americanas espero dedicarle una entrada completa, cuando recabe un poco más de información. La introducción que acabo de realizar, tiene como fin presentar la fotografía que podemos observar y que fue tomada sobre el año 1920, quién sabe si en Cuba o en Argentina.

Me cuenta Manolín de Pasarón -quien me remitió la foto-, que la misma está relacionada con una mujer probablemente de casa Campo, dueña por aquellos años de la que actualmente conocemos como casa de Abel. Esta señora pretendía vender la casa y para ello nombró como apoderado a Manuel Pasarón (abuelo de Manolín). Por realizar la gestión, Manuel recibió como recompensa varios regalos y un lote de fotografías, entre las que figuraba la presente.

¿Quién es la mujer que tiene entre sus brazos a la niña?. La solución es difícil, sobre todo por el tiempo transcurrido y porque solamente las generaciones de más edad podrán aportar datos para el esclarecimiento de su nombre. Así que........ a preguntar a los padres o abuelos, y a ver si hay suerte.

jueves, 16 de abril de 2009

Padrinos

El pasado domingo se celebró el día de Pascua, una fecha muy especial para todos los niños asturianos, que esperan la correspondiente bolla de los padrinos y que además va generalmente acompañada de algún regalo.


Familia Pepe Mingo de fiesta. Reunidos alrededor de la cesta donde llevaban la comida dispuestos a dar cumplida cuenta. La foto fue realizada sobre el año 1960

Era impresionante ver la actividad de las panaderías de Cangas del Narcea el sábado por la mañana, con grandes filas de gente en cada una de ellas, para comprar las bollas y los roscones con que los padrinos obsequiarían al día siguiente a sus ahijados. Yo creo que ese sábado es el día del año que más venden los panaderos y reposteros Cangueses y como se dice comúnmente es cuando hacen su agosto.


Foto familiar con motivo de la Comunión de Olivina

Aprovechando mis días de descanso en Moal, el domingo por la mañana hice una visita a mi madrina, que con sus 92 años se encuentra en perfecto estado de mente, aunque sus piernas se resienten un poco. Mi madrina es Oliva de Pepe Mingo y mi padrino era Baldomero, al que todos llamábamos Mero, y que nos dejó hace varios años. El nombre de la casa viene, como bien se puede suponer, de un nativo de casa Mingo llamado Pepe, que fue a casar a la casa que hoy habitan Oliva, con su hija Olivina y el marido de ésta Jesús, a los que los fines de semana y vacaciones visitan sus tres hijas, acompañadas de sus respectivas parejas e hijos. Hasta cuatro generaciones se reúnen frecuentemente para disfrutar de estar juntos en un gran ambiente. Por lo tanto, algún gen familiar todavía corre por nuestras venas.


Las cuatro generaciones de la casa, reunidas el Domingo de Pascua

Oliva es una mujer espontánea y de lenguaje robusto, que conserva el habla de la zona como pocas personas y que da gusto escucharla. En su "falar" fluyen las palabras que hace ya muchos años no oímos y que las nuevas generaciones tienen problemas para entender. El asturiano occidental está desapareciendo de Moal y hoy en día sólo 4 o 5 personas se expresan con cierta facilidad utilizando la "ch" vaqueira.



Oliva madre e hija en la cocina el día de Pascua

Mi padre me comentó varias veces que Mero y Oliva estaban encantados de ser mis padrinos y, a decir verdad, yo les estaré eternamente agradecido de que lo fuesen. Soy de los que puede presumir de haber tenido todos los años bolla, acompañada siempre de algún otro regalo, hasta que tuve que ir a realizar el servicio militar. Mis padrinos, existieran o no penurias, nunca se olvidaron de darme la bolla.



Baldomero -Mero Pepe Mingo- con una turista en los años 80.

Los últimos años, cuando por la Pascua visito la casa Pepe Mingo, siempre pruebo con gusto la bolla artesana que Olivina realiza y paso encantado un rato, disfrutando del trato familiar que siempre me dispensan.

miércoles, 8 de abril de 2009

De profesión: Capador

Los oficios tradicionales desaparecieron al mismo tiempo que el siglo XX llegaba a su fin. Por el camino, las hilanderas, molineros, herreros o afiladores, han dejado paso a nuevas tecnologías y métodos de trabajo, sucumbiendo ante los cambios de la sociedad.

Uno de los oficios que también claudicó, prácticamente con el cambio de siglo, fue el de los capadores, cuya función es ahora realizada por los veterinarios. Moal tuvo un capador adoptivo, conocido en todos los pueblos del contorno, que se llamaba Severino y cuya figura, con los datos que me aporta su hijo César, quiero glosar en este artículo.


Cédula de Identidad de la República Argentina (1920)

Severino nació en Andeo, pueblo perteneciente al vecino concejo de Ibias en el año 1908, en una familia humilde, como casi todas por aquella época, siendo el último de 10 hermanos. Estuvo durante tres años estudiando para cura, dejándolo al fallecer su padre. Las circunstancias familiares y económicas le obligaron a emigrar a Buenos Aires cuando sólo contaba con 16 años, permaneciendo en Argentina hasta los 21 en que regresó, según comentaba porque "no ganaba ni para comer".

Ejerció de maestro "temporero"durante el invierno en varios pueblos de Ibias y el oficio de capador lo aprendió en Boal, donde estaba destinado un cura del vecino pueblo de Seroiro, que tenía una sobrina casada con el capador.


Severino con su mujer María

A la edad de 24 años comenzó a capar por su cuenta y a desplazarse en busca de trabajo. En sus visitas a Moal paraba en casa Mingo, lugar de hospedaje para muchos vecinos de Ibias, donde mi abuela tenía la casa abierta para todo el mundo. Y en Moal conoció a María de Mateo, una joven, hija única y por lo tanto "muiraza", con la que se casó a la edad de 25 años, viviendo a partir de ese momento en el pueblo.

Por aquellos años capaba caballos a pulgar, es decir con el puño, cerdas, para que la carne fuese mejor, bueyes y "castrones", utilizando para ello tenazas, cuchillos o navajas. Las épocas del año aptas para capar eran primavera y otoño, y para avisar de su llegada a los pueblos usaba una "xipla", a la que le daba un toque distinto para diferenciarse del afilador.


"Xipla" de Severino

En sus comienzos cobraba una peseta por cada operación de "gocha", lo que suponía unos ingresos muy superiores a otros oficios. En determinados momentos tambien contrataba una cuota anual con el dueño de la casa, a tenor del número de animales que tenía, pero independientemente de los que tuviese que capar.


Severino con su nuera Josefina, el día de su boda con Ino

El trabajo de capador lo realizaba en los concejos de Ibias y Degaña, así como en las zonas del Couto y Rengos en el de Cangas.

En Ibias la ruta la hacía dos veces al año, una sobre el 20 de mayo y otra a finales de septiembre, tardando cuatro días en hacer el recorrido. El primer día salía de casa al amanecer, montado en un caballo, y en 2 horas y 20 minutos llegaba al Puerto del Connio, luego bajaba a Valdebueyes, donde desayunaba, para continuar la jornada por Seroiro, Pradias y Andeo, donde pernoctaba en casa de sus padres. El segundo día iba a Dou y Piñeira, para comer en casa Avelino, continuando por Vilamayor, Cecos y Bustelo, en cuyo pueblo tenía una hermana casada en casa Cachón. La siguiente jornada comenzaba en Alguerdo y Omente (comía en casa Carlos, que era primo), continuando por Villardecendias y Taladrid, para dormir en casa Quintos. Por último, el 4º día salía para Villaoril, en donde paraba en casa Diego -María nos puede explicar-, para seguir por Villarmeirín hasta El Bao, donde a la altura del Capillo cogía una senda que lo llevaba a La Viliella.

La parroquia de Tormaleo quedaba fuera de su ruta, pues en Villares había otro capador, de nombre también Severino y, al parecer, se respetaban el territorio.

Severino comenzó a capar antes de la Guerra Civil y ejerció la profesión hasta su muerte, que se produjo en Madrid en 1978, a donde se había desplazado con motivo de la boda de un hijo.


Maricarmen, David, María, Severino, Elvira, Sabino, Pío y Rosario, el día de la boda de Elvira y Sabino (1963). Al fondo se ven las casas de Alonso y de refilón la de Castañón.

El oficio de capador lo continuó su hijo César, que lo había aprendido de su padre, al que acompañaba en los últimos años. César llegó a capar algunos años hasta 1000 cerdas, pero la caída de la matanza y la llegada de los veterinarios hicieron que colgase las tenazas en el albor del siglo XX.

miércoles, 1 de abril de 2009

Frutales en flor

Hace unos días estrenamos la primavera, esa época del año en que la naturaleza resurge con todo su esplendor, tras superar el reposo del invierno. Las flores de San José o las margaritas llevan ya unos días adornando nuestros campos y los árboles de ribera, como el fresno o el humeiro (aliso), también empiezan a mostrar las primeras hojas.


Estampa primaveral de finales de abril

Los árboles frutales son los que ahora brillan con luz propia y nos anuncian que, a pesar del tiempo frio que padecemos estos días, ya estamos en una nueva estación. Normalmente la forma de saber ante qué árbol nos encontramos es observando su fruto, pero también se puede distinguir por su corteza, por las hojas o por las flores que van a formar su fruto.


Variedad de frutales

Para probar los conocimientos frutícolas de los que leen este post, a continuación salen reflejados seis tipos de flores, correspondientes a otros tantos árboles frutales que se dan en Moal y que espero que vosotros descubráis.

No, no son difíciles, porque la variedad tampoco es muy amplia, pero...... puede haber sorpresas.

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