viernes, 26 de septiembre de 2008

Maestros de la República

Maestros de la República. Los otros Santos, los otros mártires, es un libro de la periodista María Antonia Iglesias, que tiene tras de si una brillante carrera profesional como escritora, pero también como reportera de televisión, analista política y entrevistadora del periódico "El País". Actualmente colabora en varias tertulias de radio y televisión.


Portada del libro

El libro es un homenaje a los maestros de la República, luchadores comprometidos contra el atraso y la incultura, que fueron asesinados por defender la enseñanza. En el mismo se relatan diez historias ocurridas en distintos pueblos de España, en el que dan testimonio los hijos, nietos, amigos y, sobre todo, antiguos alumnos de las víctimas.

Una de esas diez historias tiene como triste protagonista a Hilda Farfante, hija de Ceferino y Balbina, maestros naturales de Besullo, que daban clase en Cangas del Narcea y que fueron asesinados en septiembre de 1936. Ceferino en el kilómetro 52 de la carretera del Puerto de Leitariegos y Balbina encima de Moal. En el libro se dice que a Balbina la asesinaron en el alto de Moal, pero lo de alto se debe interpretar en este caso como por encima del pueblo, pues en el punto donde fue tiroteada, junto a otras 3 personas, no existe ningún alto sino una ligera pendiente que salva el pueblo en forma de circunvalación.

Hilda tenía entonces cinco años y su abuelo y su tío se tuvieron que hacer cargo de la pequeña y de otras dos hermanas, para huir a través de los montes ante el temor de que también fueran asesinadas.


Aladino en una cacería sobre 1980

Hilda se enteró con el transcurrir de los años de lo que realmente les ocurrió a sus padres, pues la tía que inicialmente la acogió, maestra en Boal, no le comentó nada en su adolescencia ante el temor de sufrir represalias. Con el paso del tiempo descubre la realidad de los hechos, pero no regresa a Cangas hasta el año 2001 en el que inicia una serie de averiguaciones con el fin de descubrir todos los entresijos de los macabros asesinatos. Se desplaza hasta Moal y habla con Aladino de Farruco, que por aquellas fechas tenía 9 años, pero que aún recuerda cómo habían asesinado a cuatro personas encima de casa de Casín.



Pepe Casín y Aladino Farruco (2008)

Los cuerpos fueron llevados al cementerio de Vega de Rengos y enterrados en las tapias que dan a la carretera que comunica con Posada de Rengos y Gillón. Al parecer, el cura no los dejó enterrar en su interior.

La historia de Ceferino y Balbina, que nos relata María Antonia Iglesias, produce en el lector momentos de desconcierto y confusión, pues durante la narracción no queda muy claro donde se produjeron los asesinatos y en determinados pasajes no se sabe muy bien si está hablando de Ceferino y el puerto de Leitariegos o si por el contrario habla de Balbina y Moal. Esto no es óbice, para que el relato produzca en el lector desasosiego y desprecio ante unos hechos que nunca se debieron producir en la historia de España.

No hay comentarios:

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails